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lunes, 15 de junio de 2015

UNA CLASE DEL PROFE EARLE PARA LLEVAR, POR FAVOR

Publicado en Fundarte



El gran pensador Earle Herrera es sinónimo de periodismo en Venezuela. Ahí no cabe la menor duda. Muchos estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV) han sido privilegiados al tener en vivo y directo al profe Earle en sus aulas. Han podido recibir sus necesarias lecciones en la construcción de un periodismo responsable, veraz (de verdad) y oportuno. Pero no todos hemos tenido esa suerte. Y eso me incluye. Sin embargo, siempre el libro nos salva. El Fondo Editorial Fundarte, de la Alcaldía de Caracas, publicó un libro del profe Earle Herrera titulado La magia de la crónica. Inicialmente, como él mismo nos lo explica, estaba pensado como trabajo de ascenso académico. En ese libro, el profe Earle nos enseña de qué va la crónica, ese género tan difícil –por suerte– de encasillar. En el caso de Earle, lo presenta en varios platos y entre ellos como género periodístico con responsabilidad informativa; eso sí, haciéndose de la magia literaria para captar la atención del público y que llegue adonde deba llegar. Porque el profe nos explica que la crónica es una re-creación de la realidad que requiere imaginación y que opinando también se informa.
 
Pero cada cosa en su lugar, tal como nos cuenta en su libro: 
“El término periodismo nos remite a categorías que son inherentes a esta disciplina: actualidad, interés público, novedad, significación social. Si estos son atributos requeridos para que un hecho o acontecimiento tenga carácter noticioso, los géneros de opinión deben responder a ciertas exigencias para ser considerados periodísticos. Ciertamente los temas tratados en esta área del periodismo no requieren ajustarse al inmediatismo y a la contingencia noticiosa, pero no por ello se ha de olvidar que en el periódico se escribe para nuestros contemporáneos sobre problemas que afectan a la sociedad actual. Cuando en la prensa se publican hechos pasados, es porque de alguna manera se conectan o vinculan con la actualidad: un nuevo aniversario, un antecedente de un hecho actual, etc”.
Por ende:
“La crónica, en tanto género periodístico, toca una gama diversa y variada de temas pero es condición primera que los mismos interesen a los hombres y mujeres de hoy. Con ella no se está haciendo historia, ensayo, monografía ni literatura pura –que tienen su lugar apropiado–, sino periodismo, una disciplina que ha de ser y es el sístole y diástole de la sociedad de su tiempo. El periódico, como los demás medios de comunicación social, tiene limitaciones de espacio y a ese requerimiento deben adaptarse todos los géneros periodísticos. Del otro lado está el público receptor de los mensajes, el cual es heterogéneo en cuanto a su nivel educativo y cultural. Luego, el cronista ha de tener en cuenta a ese público y no podrá excusarse (o ampararse) como aquellos literatos que arguyen escribir para sus amigos o para un grupo selecto. Quien quiera que utilice un medio de comunicación de masas para informar u opinar, no debe olvidar que su mensaje se perderá si no es descifrado y entendido por los receptores”.
Entonces, a quien el oficio de cronista le apasione, puede encontrar en el profe Earle una gran inspiración. No es de gratis que uno de los libros más bonitos sobre el Comandante Eterno Hugo Chávez, Cien veces Chávez en 100 minicrónicas (también de Fundarte), haya sido uno de los libros más vendidos y leídos de la Filven 2014.
Tremenda joya tener las clases del profe Earle Herrera en forma de libro, así como para llevar bajo el brazo.
@GipsyGastello
ggastello@gmail.com

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