Publicado en Ciudad CCS
“Qué son las formas sino la ausencia de la nada”, se pregunta Haiman
El Troudi poeta. Lo conocemos bien como militante de la Revolución
Bolivariana, como parte del equipo de Gobierno de nuestro Comandante
Hugo Chávez y también de nuestro Presidente Obrero Nicolás Maduro. Un
hombre de capacidad de trabajo, de grandes responsabilidades y de
gestiones eficientes públicamente celebradas. Pero también es escritor. Y
en esta área igualmente tiene una trayectoria con títulos como Ser
capitalista es un mal negocio, Empresas de Producción Social.
Instrumento para el Socialismo del siglo XXI, Herramientas para la
participación, El salto adelante. La nueva etapa de la Revolución
Bolivariana, Historia de la Revolución Bolivariana y muchos otros. Como
poeta, le conocemos Golfo de sepia y Ganado territorio.
Golfo de sepia, publicado hace tiempo por la editorial El perro y la rana, aún se consigue en Librerías del Sur. Y fue allí donde coincidimos, él desde el anaquel repleto de libros y yo desde mi búsqueda por títulos nuevos para reseñarlos en este espacio. Sin dudarlo un segundo, me llevé a Haiman El Troudi conmigo a casa, porque entre las páginas abiertas al azar me dijo: “Hemos reinventado formas infinitas”.
No sé si actualmente Haiman encuentre el tiempo necesario para seguir escribiendo. Este ritmo huracanado de hacer Revolución lo abarca todo, y más si se desempeña como ministro del Poder Popular para el Transporte Terrestre y Obras Públicas, además de haber sido nombrado hace unos días como vicepresidente sectorial de Desarrollo del Socialismo Territorial.
Sin embargo, a pesar de nuestras rutinas apresuradas y la necesidad de avanzar a contrarreloj para garantizar victoria tras victoria el fortalecimiento de la Revolución Bolivariana, la poesía siempre se lleva en la piel. Leyéndola, escribiéndola, haciéndola. Por eso, saludo a Haiman con este poema suyo:
Me desplazo incierto atado a la sonrisa de perdurables nostalgias Reinvento caminos prisioneros Lluviosa mañana en la que moriré inconcluso recordado apenas desde el aliento fatigado de quienes nunca acompañaron mis infructuosos y fecundos ideales.
Golfo de sepia es un viaje en el tiempo que coquetea con los
estados de ánimo. Nos invita a contemplar paisajes, a mirarnos por
dentro y a perder el miedo a sentir. También nos recuerda que la
esperanza nunca se pierde, que desde el lugar más insospechado la
belleza tiene lugar, porque la belleza depende de nuestras miradas
despiertas y no de los cánones que nos obligan a heredar:
La oscuridad en sí misma profunda Huérfana pasea ruinas Maltrechos sótanos desde donde soñar colores.
Cuando vuelvan a ver a Haiman en alguna actividad de Gobierno, en
alguna transmisión televisiva, en alguna rueda de prensa, recuerden que
además de gerente y soldado, de militante leal y trabajador incansable,
Haiman El Troudi también es poeta y es allí, en su poesía, donde
entreteje nuevos espacios para abrigar el mágico poder de la palabra.
Y eso, precisamente eso, como tantas otras cosas, se le agradece.
Y eso, precisamente eso, como tantas otras cosas, se le agradece.
@GipsyGastello
ggastello@gmail.com
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