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martes, 9 de junio de 2015

DE POETAS ENAMORADOS

Publicado en Ciudad CCS



La poesía siempre es sorpresa y siempre es regalo.

La palabra descarnada de alguien que se atrevió a desnudarse frente a nosotros (nosotras).

Valentía en su más extrema pureza. Y más cuando se trata de un pensador, de un intelectual, de un militante incansable, de un personaje político de altura, de un profesor de las aulas y de la vida, de un comunicador por excelencia, de un diputado a la Asamblea Nacional.

Sí, Earle Herrera vuelve a este espacio, pero esta vez con su investidura de poeta.

El poeta nunca deja de serlo, por mucho que el clarín de la Patria llame y la huracanada política desvíe nuestra atención hacia los temas urgentes.

Pero sucede que a uno como lector (lectora) a veces se le olvida que el poeta siempre es poeta. Por eso, cuando me encontré en una biblioteca ajena (la de mi suegra) Desmorir de amor del profe Earle, pequé de ladrona de libros y me lo embolsillé de inmediato. Sin piedad alguna y sin pedir permiso me fui con el profe a mi casa.

Tal vez exista una brecha generacional entre quienes piensan en Earle como poeta, como narrador, como periodista y como político. Estarán los privilegiados (privilegiadas) que se conectan a Earle en todas sus formas de expresión humana. No es mi caso, por eso la poesía siempre es sorpresa y siempre es regalo.

Cuando pienso en el profe lo veo dando la batalla en la Asamblea, desde su curul y su alma conectados por la defensa Patria. Lo pienso desde su programa El kiosco veraz que siempre acompaña mis domingos desde Venezolana de Televisión. Lo pienso como ese gran analista mediático, desmontador de matrices como ningún otro. Lo pienso también como ese cronista de calle, de gesto amable, de mirada fija y risueña.

Y ahora tengo el privilegio de pensarlo como poeta.

Desmorir de amor de Earle Herrera es, tal como lo dice su título afilado, una oda a ese mar que nos mueve, que nos empuja, que nos motiva y que nos tumba. El amor, siempre el amor. El amor al prójimo, el amor a la causa, el amor a la humanidad. El amor de enamorados, que en el fondo es el mismo tipo de amor.

Desde que llegó este breve libro a mis manos se me hizo necesario. Me hace desear volver a la adolescencia, cuando uno se enamora de vida o muerte, para dedicarle algún poema a uno de mis amores fallidos.

Desmorir de amor forma parte de la Colección Poesía Venezolana, serie Contemporáneos de la Fundación Editorial El perro y la rana, institución del Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Fue publicado en el año 2009. Está definido por su propio autor como:

“Un poemario, por sobre todas las cosas, honesto. Esto quiere decir que su contenido ha sido configurado bajo la emoción más primigenia que habita en el hombre, el amor, el desamparo y la soledad”.

Tal vez fue por esa honestidad y ese arranque primitivo que me revolvió tanto desde la primera lectura.

Me hago de las palabras que escribió Daniela Saidman para la web Argenpress Cultural, a propósito de este libro del profe: 

“Es el hondo manifiesto de Earle Herrera, del hombre, del poeta. Ese que anda saltando los charcos de los fracasos y de las ilusiones, de los reveses del mar contenido en los ojos y de la palabra que emerge tras una puerta que se cierra y una ventana que se abre”.

Cuando me lo vuelva a cruzar por la calle, un día que pase por los alrededores de la Asamblea Nacional cuando caiga la tarde, ya no lo saludaré de profe, le diré con una gran sonrisa (cómplice): ¡Saludos poeta!


@GipsyGastello
ggastello@gmail.com

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