Publicado en Desde La Plaza
Como sabemos, en más de cien países del mundo se celebra el Día del Niño
en diferentes fechas. En Venezuela, es el tercer domingo de julio de
cada año. Esta celebración fue adoptada a propósito de que en el año
1954 la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución para establecer
el “Día Universal del Niño”, con la intención de
promover anualmente un día consagrado a recordar sus derechos, además de
incentivar la fraternidad entre los niños y niñas del planeta,
encargando a la UNICEF como responsable de desarrollar este proyecto,
con el fin de ayudar a proteger y garantizar el bienestar de los niños y
las niñas en todo el planeta.
Sin embargo, suele ocurrir con estas fechas especiales que las buenas intenciones terminan siendo pretextos
para el consumo exacerbado. Entonces, más allá de celebrar los derechos
de los niños y las niñas, además de actividades para su entretenimiento
al aire libre, se hizo común la tradición de regalar juguetes y ahora,
en pleno siglo XXI, artículos tecnológicos.
El libro es, sin duda, el mejor de los regalos.
Pero sólo lo es si ese objeto es acompañado por la práctica lectora. De
nada vale gastar dinero en un libro infantil si va a terminar
llenándose de polvo al final de un olvidado anaquel de la casa.
La práctica lectora es un hecho colectivo que luego puede trascender al acto individual.
Por eso, leer en familia es una costumbre olvidada en el tiempo que
merece ocupar de nuevo un lugar protagónico a pesar del sinfín de
distracciones que nos rodean. Contar cuentos antes de dormir, leer en
voz alta, incentivar amorosamente a los niños y niñas para que lean y
luego convertir esa lectura en una entretenida conversación reflexiva,
son varias prácticas que valen la pena probar en casa.
Un lugar en nuestras bibliotecas debe estar destinado a la literatura infantil.
Y allí deben haber suficientes títulos de diversos temas que puedan
captar el interés de los chamitos y chamitas de la casa. A partir del
libro elegido, una importante recomendación es buscar siempre el lado positivo de la historia que genere en el niño o niña una sensación de gozo gracias al aprendizaje,
esa es tarea de los adultos, quienes deben encontrar la forma de guiar a
los más pequeños en esa mágica aventura de encender la chispa lectora.
El hábito de la lectura no se construye de la noche a la mañana, tampoco puede ser visto como una imposición.
Es común el caso de padres y madres que por su afán de garantizar en
sus hijos e hijas un futuro prodigioso, tratan incluso con desesperación
de despertarles esa pasión. Entonces, sin darse cuenta, generan en sus
hijos e hijas una especie de rechazo hacia los libros. Todo requiere de tiempo y paciencia, pero sobre todo de comprensión.
En cuanto a la lectura como
práctica familiar, es importante recordar que leer en voz alta a los
niños y niñas es una costumbre que favorece a la generación y
fortalecimiento de vínculos afectivos gracias al libro,
mientras se impulsa el desarrollo de las habilidades lingüísticas de los
niños y niñas, en cuanto a la escritura y lectura, mediante la
repetición, el ejemplo y la asociación visual.
La lectura de cuentos, por ejemplo,
en voz alta incide en el desarrollo del vocabulario, ayuda a la
comprensión de conceptos y familiariza con flujo natural a los niños y
niñas con el funcionamiento del lenguaje escrito y oral. Y como la
adquisición de conocimientos genera placer, ellos y ellas sentirán la
motivación de querer leer.
Tomando todo esto en cuenta, hagamos este año la prueba.
En lugar de regalar costosos videojuegos, complicados artículos
electrónicos que serán obsoletos en un abrir y cerrar de ojos, jueguetes
de plástico que rinden culto a la violencia o muñecas que promueven
cánones de belleza inalcazables; apostemos por el libro y la práctica
lectora como el mejor de los regalos. Es una opción para nada
efímera, porque su beneficio permanecerá en el tiempo, ya que cada libro
que leemos ayuda a moldear nuestra manera de mirar al mundo.
Recordemos, además, que el acceso al conocimiento es uno de los derechos
más importantes que debemos garantizar en esos niños y niñas que tienen
en sus manos el futuro de la Patria.
@GipsyGastello
ggastello@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario