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Ayer hace 232 años que nació Simón Bolívar, nuestro Libertador. Desde
la poesía desde siempre se le ha rendido merecido tributo a uno de los
hombres más grandes de la historia de todos los pueblos del mundo. Este
año Earle Herrera lanzó su estudiado análisis La espada sobre el fuego. Los poetas invocan a Bolívar,
publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana. Ahora que se está
desarrollando la 6ª Feria del Libro de Caracas, es una ocasión propicia
para acercarse al parque Los Caobos a buscar este pequeño tesoro.
En
este ensayo, el periodista y diputado, además de poeta, reúne a José
Martí, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, César Rengifo, Miguel Ángel
Asturias, Miguel Otero Silva, Alberto Arvelo Torrealba, Mahfud Massis,
Dionisio Aymará, María Mercedes Carranza, Ana María Iza y Alí Primera,
todos ellos con sus plumas celebrando la vida de nuestro caraqueño
Simón.
Se pregunta Earle: “¿Qué esperan los poetas que
esperan a Bolívar? ¿Por qué lo esperan? ¿Para qué? Tal vez la respuesta
a estas angustias esté resumida en la frase de José Martí, poeta y
Apóstol de Cuba: «¡(…) Bolívar tiene que hacer en América todavía!»”
Nos
cuenta Earle: “Desde antes de su muerte, en la Quinta de San Pedro
Alejandrino, poetas de todas las latitudes y escuelas le han cantado al
héroe. Algunos con portentosa poesía, otros con encomiable esfuerzo y
unos terceros con impune cursilería, que de todo hay en la lírica villa
del Señor. Debe ser uno piadoso con estos últimos: la frivolidad es tal
vez el riesgo menor cuando se escribe sobre hombres de la dimensión
histórica del Libertador. El «Yo los perdono» de su última proclama debe
incluir a estos vates arrebatados e inocentes. Ni siquiera se les puede
acusar de poesidio culposo. También en el campo de las letras se ha de presumir la buena fe”.
En
pleno siglo XXI seguimos esperando a Bolívar, ese Bolívar de Neruda que
despierta cada 100 años, porque tal y como lo dice el profe Earle. “A
Simón Bolívar lo esperan multitudes, no sólo los poetas”. Y
entre esas multitudes nuestro gran César Rengifo, ese mismo que
celebramos en este su centenario, que nos dice en su cantata teatral Esa
espiga sembrada en Carabobo:
“¡Tu imagen, tu palabra, tu corazón
han de estar sobre América despiertos
para siempre!
¡Mientras en ella quede un blanco con cadenas,
un indio con espinas, un negro maniatado,
un pobre de hambre yerto,
tu espada ha de seguir,
Bolívar,
sobre el fuego!”
Y
justamente de esta última línea es que nace el título de este libro,
que a propósito del 232º aniversario del Natalicio de nuestro Libertador
Simón Bolívar, nos cae como hecho a la medida, como anillo al dedo,
como invitación irrefutable, como la realidad más certera.
A
nosotros, quienes buscamos y esperamos a Bolívar, aquí tenemos a la
poesía que como la espada de nuestro Libertador nos ilumina. Es en ella,
con su mágica palabra, donde encontramos el camino al puerto seguro del
legado de nuestro héroe más grande.
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